Las palabras están vivas: cuídalas.
La atención es, de lejos, lo más importante que te pueden ofrecer.
Más que su dinero, fíjate.
Porque es cada vez más frágil, exigente y efímera. Un bien escaso muy codiciado.
Tenlo claro:
Por muy bueno que sea tu producto, por muy interesante que sea tu historia.